FORMAS

–¿Nietzsche?... Mi autor favorito es Silva Castro!... Rojas Jiménez.

NOTA

Este manuscrito ingenuo, parte del cual reproducimos en seguida, fue encontrado en el cuarto de un hombrecito pequeño, semi anónimo, que se suicidó en días pasados en una pensión del barrio Recoleta. El hecho ocurrió de este modo: el hombre se abrió las sienes en la mañana, después del desayuno. A la una y media se constituyeron en el cuarto las autoridades judiciales y procedieron a tomar declaración a la dueña de casa y a los vecinos. Estos dijeron que el mozo estaba recién llegado y que apenas le conocían. La criada negó toda relación con el occiso. En el cuarto había algunos libros, que resultaron obras escandalosas, algunos números de “Claridad”, y en el suelo, con un cabo de vela encima, los “Gemidos” de Pablo de Rokha. El sumario se cerró a las dos de la tarde, atribuyendo el hecho a la obra malsana de esta clase de literatura. El manuscrito ha llegado a nuestras manos por intermedio de un empleado del juzgado que intervino. En el ángulo derecho arriba, en la segunda hoja había un cerote sobre la palabra “chacotón”.

“ME SUICIDO”

Me suicidó por pura fórmula, porque ya me había muerto hace tiempo. He tenido que trabajar un mes para comprarme esta pistola. ¡Están tan caras!... Creo que la muerte es una de las cosas que deben hacerse a conciencia y prepararse más que una confesión general. Por otra parte, siempre que he hecho las cosas por mi mismo he obtenido mejores resultados. Por eso no he querido entregar mi asunto a la Parca para que lo haga naturalmente, cuando ella pueda y quiera. Hasta se me figura que ésta lo hace todo apresuradamente y mal...¡Tiene tanto que hacer! Además, como vieja que es, tiene ya las manos débiles y los hombres aletean largo rato entre ellas, como una ave de corral entre las de un pinche inexperto. Los humanos, que han hecho tantas o más muertes que la Muerte, me han proporcionado el invento perfeccionado de este precioso juguete gris, frío y suave al tacto, con el que juego en estos momentos... Un segundo más, y todo habrá terminado.

CONFESION

Pero antes quiero decir algunas cosas que he callado durante toda mi vida, parte por orgullo, parte por miedo, parte por cansancio. Ahora ya no habrá el peligro de que me discutan ni siquiera el de que estén de acuerdo conmigo.

THEOS

Me parece que Dios, a fuerza de crear la naturaleza complicada, obedeciendo a leyes que un tiempo fueron ingeniosas, se olvidó de si mismo y se dejó chato, obtuso y amorfo, sin más gracia ni personalidad que un guisante. Pero su mayor pecado está en permanecer siempre el mismo, imperturbable bajo el triangulito de madera y sobre el choapino de nubes algodonosas. Para mi, es Dios una casa pintada siempre del mismo color, que a fuerza de verla todos los días igual estamos pasando mucho tiempo junto a ella sin que nos interese y concluimos por olvidarnos de que existe. ¡Un Dios un loco chacotón que nos hiciera de cuando en cuando una mala jugada y nos pintara el cielo un día de amarillo y otro día de verde, se haría querer de todos! Esto nos entretendría y acaso suprimiríamos la política, ese otro juego que hemos inventado para distraernos. Por lo demás, zanganea. Desde la Creación a esta parte bien podría haber introducido mejoras en su colonia de la tierra. Pero después de la creación de la mujer, se ha dormido sobre sus laureles.

THE PRINCE OF DARKNESS IS A GENTLEMAN. (Shakespeare).

Frente a Dios está el Diablo, pequeño (cabe en una pupila de mujer), locuaz, atrevido, dadivoso, aventurero de la vida tanto como del espíritu. Detrás de sus nubes sordas Dios truena y trama sus venganzas groseras. Pasado el umbral caemos bajo su férula... y entonces es el crujir de dientes. El Príncipe de las Tinieblas prefiere quedarse entre nosotros y asistir a nuestras fiestas, vestido de frac. ¡Es todo un caballero! Como esos hijos de familia que gustan de ir a la cocina a charlar de cosas livianas con los criados, el Diablo deja sus mansiones del infierno para sentarse a nuestra mesa y beber de nuestro vino. Es el compañero más regocijado de cada hombre y le acompaña hasta la hora de la muerte. Pero no asiste a los entierros porque no puede soportar el gorigori de los rezos. Como sabe muchas historias novedosas y de escándalo, de todas partes le convidan y él se deja querer... Y aún se ha visto el caso de que una noche, después de una cena alegre, le sorprendiera la mañana entre los brazos de una Lucrecia regordeta, de labios pintados –excesivamente ebrio–. Y diz que se supo quién era sólo por los pequeños cuernos que le asomaban bajo los bucles de oro.

MI ULTIMA VOLUNTAD

Quedan ahí algunos libros, el terno que llevo puesto, dos pares de zapatos y un paraguas; pero no cometeré la vulgaridad de hacer de ellos un testamento. ¡Ni aunque tuviera millones!... Sólo del paraguas quisiera hacer donación humilde a quien fue uno de mis inspiradores aquí en la tierra, a Pablo de Rokha, grande entre los grandes, a quien no conseguí conocer personalmente, pero del que llevo una gran gratitud! ¡Quiera el Malo que el ejemplo de mi suicidio le anime y se decida a su vez a emprender el viaje eterno!...

MARTÍN BUNSTER (transcriptio).

1922.