OFRENDA

Esta mañana salí en busca de la ofrenda más digna de ti! Recorrí los jardines, el jardinero lanzaba el chorro recto sobre las flores y la hierba. Fui hasta la laguna, la estrecha laguna donde muchas noches encontré tus ojos. La primavera ha inundado el jardín y los corazones de los niños. El aire luminoso está poblado de miles de risas y batir de palmas. Los niños han echado a rodar sobre la hierba sus ruedas y saltan los cuerpos ligeros. Todo, todo te lo hubiera traído, porque toda la mañana era una ofrenda. Por eso estoy a tus pies, cansado y con las manos vacías.

Pedro Rivén.