Acerca de la teoría de Einstein

Con este artículo termina la exposición preliminar de las experiencias que han conducido a Einstein a plantear sus teorías físicas.– En nuestro próximo número daremos a la publicidad un interesante trabajo aparecido en una revista española sobre la doctrina einsteiniana.

Ahora si pasamos a tratar de una de las manifestaciones más intensas del conjunto materia energía, la luz, observaremos idénticos fenómenos. La teoría electromagnética de la luz enseña que cuando un rayo luminoso hiere un obstáculo, ejerce sobre él cierta presión, comprobable experimentalmente. Consideraciones elementales permiten deducir que esa presión debe ser igual a la energía contenida en las radiaciones. Un ejemplo de la presión luminosa lo tenemos en las colas de los cometas, pues es sabido que se dirigen siempre en dirección opuesta al sol y esto es debido a la presión que ejerce la luz de este astro sobre las partículas cósmicas de la masa cometaria. Ahora bien, admitir que la luz obre por las acciones combinadas de su masa y de su velocidad, significa, en buenos términos, que la energía luminosa tiene peso. Se tiene tal costumbre de confundir la masa y el peso tratándose de la materia, que si se acepta que la luz tiene masa, necesariamente debe aceptarse que tiene peso. Por otra parte, en todos los cuerpos; los pesos y las masas son cantidades proporcionales, como lo establecieron Newton y Bessel después de pacientes investigaciones; pero lo que es verdadero para la materia, ¿por qué no ha de serlo para la energía, que según esta hipótesis es materia en movimiento? Según la hipótesis de Newton, la luz consta de moléculas pequeñas o corpúsculos, emitidos por la fuente generadora de la luz. Si esto resultaba efectivo, estas moléculas, que están dotadas de masa, debían sufrir una desviación bajo la influencia de la gravitación. Aplicando la teoría de gravitación de Newton de acuerdo con su fórmula, podía demostrarse que esta fuerza de gravitación debía desviar el rayo luminoso en una proporción media de 75 centésimas partes de segundo. Inversamente, los partidarios de la teoría ondulatoria de la luz de Huyghens negaban firmemente la pesantez de la luz y no podían esperar desviaciones. Ante estas dos teorías surgió una nueva, la de EINSTEIN, según la cual la luz está dotada de masa y de pesantez. La masa es la Materia constitutiva de la luz; la pesantez representa el poder de la gravedad. La luz, por consiguiente, debía ser atraída por un campo de gravitación, pero el doble de lo que suponía Newton o sea 1' 75. Dentro de nuestro sistema planetario, el sol es con mucho el cuerpo de mayor extensión, y, por consiguiente, debe ejercer una atracción mucho mayor que cualquiera de los planetas sobre los rayos luminosos que nos vienen de las estrellas. En las condiciones ordinarias, sin embargo, el sol brilla con tal resplandor que los objetos que se encuentran a su alrededor es imposible percibirlos. De aquí proviene la conveniencia de no someter a prueba la teoría expuesta, sino cuando la luna oculta al sol; es decir, cuando hay eclipse total de sol. Con el propósito de comprobar esta teoría, la Sociedad Astronómica inglesa envió dos expediciones para observar un eclipsé total de sol que debía ocurrir el 29 de Mayo de 1919. Una de las expediciones, bajo la dirección del doctor Crommelin, fue enviada a Sobral en el norte del Brasil y la otra, bajo la dirección del profesor Eddington, a Príncipe, isla situada en la costa occidental de África. Lugares ambos en que debía verificarse el eclipse total anunciado. El eclipse se verificó en efecto y duró de 6 a 8 minutos, tomándose 15 fotografías. Dos meses más tarde, se tomó otra serie de fotografías de la misma región celeste cuando el sol ya no ocupaba el mismo lugar que en el momento del eclipse. Se llevaron acto seguido las fotografías al observatorio de Greenwich. Efectuadas las mediciones de siete estrellas, resultó que se habían desplazado conforme a la nueva ley de gravitación de Einstein, esto es 1' 75. El 21 de Septiembre de este año se verificó otro eclipse total de sol en la Oceanía y actualmente ya se encuentra en viaje de vuelta una expedición astronómica enviada por Alemania con anteojos fotográficos especiales con los cuales se haría la segunda comprobación de la desviación de la luz. Y... esperemos que vuelvan. Hasta luego.

JULIO BUSTOS N.