YO NO HE BASADO MI CAUSA SOBRE NADA

A propósito del movimiento individualista que se observa en algunos grupos estudiantiles, creemos interesante publicar, en forma sintética, el fundamento filosófico de esta escuela extrema del anarquismo. Y a este fin, no hallamos nada mejor que el primer capitulo, con cuyo nombre encabezamos estas líneas, de la obra fundamental de Stirner, “el único y su propiedad” Advertimos la necesidad de leer y leer con reposo y serenidad.

II

Inútil es proseguir y mostrar a cada una de esas cosas que nos llaman a su defensa, que no se trata para ellas más que de si, y no de nosotros. Pasad vosotros mismos revista a las de más, y decir si la verdad, la libertad, la justicia, etcétera, se preocupan de vosotros de otro modo que para reclamar vuestro entusiasmo y vuestros servicios. Sed servidores celosos, rendidles homenaje, es todo lo que piden. Ved a ese pueblo al que salvan patriotas adictos; los patriotas caen sobre el campo de batalla o revientan de hambre y de miseria; ¿qué dice el pueblo? ¿el pueblo? ¡ Abonado con sus cadáveres se hace “un pueblo floreciente”! Los individuos han muerto “por la gran causa del pueblo”, que les envía algunas tardías frases de reconocimiento y guarda para si todo el provecho. Eso me parece de un egoísmo asaz lucrativo.

Pues contemplad ahora a ese sultán que cuida tan tiernamente a “los suyos”. ¿No es la imagen de la mas pura abnegación, y no es su vida, un perpetuo sacrificio por los suyos ¡ AH, si, por “los suyos”! ¿quieres hacer un ensayo? Muestra que no eres el suyo, sino el “tuyo”; rehúsate a su egoísmo: iras a galeras. El sultán no ha basado su causa sobre si mismo; es todo en todo, es el único, y no permite a nadie que no sea uno de los “suyos”. ¿No os sugiere nada estos ilustres ejemplos? ¿No os invita a pensar que el egoísta podría en verdad, tener razón? Por mi parte, veo una lección en ellos; en vez de continuar sirviendo con desinterés a esos grandes egoístas, seré mas bien yo mismo el egoísta. Dios y la humanidad no han basado su causa sobre nada, sobre mas que ellos mismos. Yo basare, pues, mi causa sobre mí; tanto como Dios, soy la negación de todo lo demás, soy para mi todo, soy el único. Si Dios y la humanidad son, como lo aseguráis, ricos con lo que contienen hasta el punto de ser para ellos mismos todo en todo, yo advierto que me falta a mi mucho menos todavía, y que no tengo que quejarme de mi “vanidad”. Yo no soy nada, en el sentido de “nada mas que vanidad”; pero soy la nada creadora, la nada de que saco todo. ¡Malhaya, pues, toda causa que no es entera y exclusivamente la mía! Mi causa decid debería ser al menos ser la “buena causa”. ¿qué es lo bueno, que es lo malo? Yo mismo soy mi causa y no soy ni bueno ni malo; esas no son para mi mas que palabras. Lo divino mira a Dios, lo humano mira al hombre. Mi causa no divina ni humana, no es ni lo verdadero, ni lo bueno, ni lo justo ni lo libre; es lo mío; no es general sino única. Como yo soy único. Nada esta, para mí, por encima de mí.

Max STIRNER.