La Libertad de opinar y los Conflictos Internacionales

Camaradas revolucionarios; Lux, como todo ser libre, nació para defender y verificar la libre expresión de las ideas; por eso siempre habrá de señalar a los conculcadores de esa libertad, y habrá de deciros hoy que esa libertad no la mata, no la hiere sólo el barrote de la cárcel y el patíbulo de los feroces tiranos de cerebros estrechos, de endurecida alma ¡no!; no tan sólo la ley, ni la enorme mezquindad de intereses, sino también el amor, también el amor, mata, concluye con toda libertad; él nos hace creer en la bondad de muchos seres, él nos acalla el tropel de anatemas que bulle en el cerebro y en nombre del amor y por el amor a la vida respetamos la vida de seres monstruosos, los mismos que mañana querrán nuestra sangre! Oh! amor! verdad es que alumbras toda vida, y verdad es también que nos engañas y por ti nos mordemos nuestros dolores! Hermano! en nombre del amor amordazamos nuestras bocas! en nombre del amor entregamos nuestra santa libertad! No, ya no más! no podemos creer en ti! tras de tu deidad transparente esbózanse los cuernos de Lucifer! ¿Qué será de los hombres el día que unos pocos puedan decir e imponer a los demás: «Sólo esto haz de pensar y decir» ¿Y por miedo a llamársenos subversivos y antipatriotas habremos de ir a gritar nuestras ideas frente a las rocas o calladamente al pasto de las praderas? ¿La vida, con esto, no habríase terminado? ¿Y el progreso de la sociedad lo querrán hacer unos pocos hombres en un país y todo el mundo? No se dan cuenta o no respetan la naturaleza misma que ha hecho a los hombres complementos de otros y al hombre complemento de la tierra misma; ¿no comprenden que la expresión libre y espontánea de las ideas facilita el proceso mismo de la lucha social y que el aherrojamiento de la libertad no hace sino alejar a los hombres entre sí, robustecer el grupo de hombres libertarios, aumentar las torpezas de los espíritus tiránicos y por tanto enrojecer la lucha titánica por la liberación del hombre? Amos! sois necios o malvados! nos decís que el pobre y el rico han de ayudarse, que el noble respete al desalmado, que los libres se estrechen sus manos con los serviles, y entonces vosotros daréis la Paz!!... Y qué es lo que hacéis?... matáis al pobre, humilláis al noble y encadenáis al libre!! Y hemos de miraros, hemos de oíros y obedeceros? no, ya nunca más! Eres la Sodoma bíblica! y no volveremos hacia ti la cara, seguiremos adelante, solos, solos, con nuestra visión de que los hombres sean libres algún día, clavada en la altura santa! y con nuestras carnes tremolantes de rocío de sacrificio y vida diremos la verdad pura! Por la espalda nos asesinarás con los mil resortes que tú tienes, mas, ¿que importa? la luz se hará algún día y vosotros ciegos! no gozaréis, porque no la comprendéis, ni la gloria de mojar tus ojos con ella!!

Hoy es llegada también la hora de repetir a nuestros amos que nada, nada nos importan «sus cuestiones internacionales». Juventudes revolucionarias de la América! gritemos fuerte a los amos que nosotros pasamos por sobre los ríos, las montañas calvas, y que fraternalmente nos unimos; gritemos juntos con los trabajadores de todo el mundo que queremos hacer de todas las patrias, patrias inmensamente grandes en la nobleza, en la justicia y en la verdad; que no queremos amos ni Dioses ni en nuestra tierra, ni queremos ser amos ni Dioses de nadie! La maldad y la tiranía no reconocen patria; son universales. Mira amo, sé razonable! si nosotros tratamos de destruirte aquí en Chile, ¿no dices que somos pagados por otros países? pues, para que no digas eso, nos unimos con nuestros camaradas de otras regiones para también ayudar a destruir el amo del Perú, Argentina, etc. El conflicto del norte, como cualquier otro, no se solucionará jamás! se cambiarán después los papeles, pero persistirá tal cual persisten los conflictos internacionales de Europa aun después de la gran guerra. Y todos estos conflictos son producidos por los intereses de las respectivas naciones, intereses que sólo cambian y no desaparecen con el triunfo o derrota de una guerra. Y esta lucha encarnizada por los intereses es característica y producto de la organización política de los países y la organización económico-capitalista del mundo entero. Y si mientras ha existido esta organización ha habido guerras, hay razón y lógica para pensar que destruida esa organización los conflictos internacionales dejarán también de ser. Y así como en la sociedad es imposible la cooperación de elementos incoherentes, dispares, absolutos, como son el productor y el capitalista, ambos productos del capitalismo, nunca habrá cooperación ni armonía entre los países capitalistas, porque cada uno de ellos es un conglomerado de explotados y explotadores. La única armonía posible es la de productores entre sí y los capitalistas entre sí, de todos los países; y de aquí que la solución del problema económico, es decir la satisfacción de las necesidades reales de la sociedad, esté basada en la organización internacional de todos los productores, de los trabajadores, en lucha contra el capitalismo mundial. A los capitalistas, es decir a los dueños de las máquinas, tierra y todos los medios de producción y de cambio, lo que les importa es defender sus intereses, y por eso defienden la patria, porque la patria para ellos es el conjunto de tierras, industrias y demás valores que poseen; pero los capitalistas europeos han demostrado que sus intereses son comunes y al efecto, todos, sin distinguir patrias, están coaligados para ahogar el movimiento revolucionario de Rusia. A estos intereses internacionales de los capitalistas deben oponerse entonces los trabajadores internacionalmente organizados. Tratemos, camaradas, de que haya una mayor compenetración entre los trabajadores de América y toda posibilidad de conflicto habrá desaparecido, pues que si todos los trabajadores dicen que hay algo más interesante que matarse por tierras estériles, ¿se irán a la guerra los capitalistas y los gobernantes? No, pues que la carne de cañón ya dejaría de serlo! El proletariado internacional tiene la virtud actual de ser la única fuerza capaz de acabar con todos los prejuicios de hoy, de borrar todas las desigualdades, de matar las guerras y el militarismo, de botar a tierra los ídolos y de destrozar toda autoridad. Es el él único que pudiera volcar la sociedad actual hacia la verdadera vida! Camaradas! no desmayemos ante la maldad; propaguemos con fe nuestro ideal; o la oscuridad o la luz: o libertad o esclavitud; o mentira o verdad! Salud!

GRUPO UNIVERSITARIO “LUX”