LUZ DE LIBERTAD

En la noche de ayer, 5 de Abril de 1923, he dormido solo en una habitación de cuatro cuartos, que podría llamar mía con sobradas razones, a pesar de que la noción de propiedad no existe ni en mi corazón ni en mi cabeza. He quedado solo, de veras solo, y no me he turbado ni entristecido. Al contrario, el sentimiento de la libertad ha vibrado como nunca en mi sér, con entrañable fuerza, con intensímo fulgor . En la mañana, de hoy, al salir de casa para ir a desayunarme y afeitarme, me ha parecido la luz del sol más :espléndida, más hermosa, más clara . Yo había estudiado en el gran libro de la Vida, y lo sabía. lo suficiente para poder propagarlo, que el llamado hogar es, en la generalidad de los casos, una, terrible ficción de origen burgués, que a todos encadena y que aún se conserva en parte, por la cobardia de los unos y por la incomprensión de los otros. Pero esa magna verdad, no había 1legado hasta hoy a conocerla en toda su realidad, y a. vivirla con intensidad calmada. Ahora si que puedo decir aquello tantas veces repetido de “respiro a pleno pulmón”. Yo he amado siempre y con ardor a da Humanidad entera . Hoy, al sentirme libre de las muy convencionales trabas familiares que sólo se basan en la consanguinidad, es cuando puedo asegurar que la amo como jamás la amé. Ahora, más que antes, todos los humamos constituyen mi familia. Y ahora, más , que nunca, sin el atadero de afectos particularistas y obligados, impuestos por la rutina supertradicional, veo hermanos míos en todos los seres humanos, y con mayor distinción y potencia en los más desvalidos, en los más desgraciados, en los más oprimidos, en los más explotado, en los más humillados. La familia que no se cimenta en una libre armonía de ideas, sentimientos a inclinaciones, es uno de tantos engaños, quo sólo sirve en el fondo para torturar y cohibir a todos . Los seres humanos deben agruparse por simpatías, por afinidades ideológicas, por concomitancias sensitivas, por hermandades estéticas, no por las titulados lazos consanguíneos. Está probado y requeteprobado que la consanguinidad, si no existen otros ligamentos, no es nada por sí sola. Me parece que nos importa y conviene mucho a todos el destruir la farsa del hogar, asentado en la sola consanguinidad. Obstinarse en callar o atenuar esto, sólo tormentos puede acarrearnos. Cuando dos caracteres no llegan a .entenderse, cuando hay entre ellos incongruencia ,espiritual, ellos nexos de la sangre, más que un bien, resultan un mal; porque todo lo violentan, arrastrando imperiosamente a los seres hasta ,los abismos angustiadores de una convivencia forzada.

J. M . BLAZQUEZ DE PEDRO

Panamá