¿QUE OPINA UD. DEL MOVIMIENTO OBRERO DE CHILE?

SOLIN SINLEG Y ANTONIO RODRÍGUEZ RESPONDEN A LA ENCUESTA

¿QUÉ OPINA USTED DEL MOVIMIENTO OBRERO DE CHILE?

El problema para mi se divide en dos partes, una negativa y otra positiva para llegar a consolidar el movimiento obrero en Chile.

Parte negativa.— Lo que no se hizo

Los dirigentes obreros de la época de la efervescencia, cuando las organizaciones obreras del país se hallaban en todo su apogeo, no hicieron nada por orientarlas y formarles conciencia. La inercia y la debilidad porque pasan las organizaciones obreras, tienen las siguientes causas primordiales como lo hecho notar un camarada: Los trabajadores que se organizaban acudían sólo movidos por un interés (es decir la panza), sin ninguna convicción ni conciencia de explotados ni menos con un ideal de emancipación para el futuro. Los optimistas, los políticos, se aprovecharon de la ignorancia de los trabajadores en cuanto a ideales y en lo que respecta a la llamada gestión social, para servirse de ellos y encaramarse sobre sus hombros y explotarlos con sudadas cuotas. Los agruparon después como rebaños y formaron un cuerpo graso de gran volumen, sin ninguna orientación definida. En consecuencia, crearon una organización falsa que a los primeros contratiempos decayó casi por completo. El ejemplo lo da la represión y persecución bajo Sanfuentes en 1920. Y la prueba asimismo a “Federación de Obreros en Calzado” que hoy se encuentra en la más completa descomposición moral y material. En ella los audaces políticos de todos los colores— comunistas, demócratas, conservadores y otros más— formaban camarillas y llevaban una vida de demagogos o se robaban los fondos y cuanto más pudieron pescar, importándoles un comino la organización de los trabajadores, oponiéndose a todos lo ideales de libertad que sustentaban los compañeros más honrados que ellos, negando todo en el seno de la organización por medio del matonaje y de las camarillas que tenían organizadas.

Parte positiva.— Lo que se debe hacer

Toda organización obrera debe tener una amplia declaración de principios libertarios sin contemplar ningún concepto de autoridad como: “Todo el poder al Sindicato”; “Disciplina obrera”; “El que no trabaja no come”; “Dictadura de proletariado”; y como medio de lucha la Acción Política y otras tonterías más por el estilo, productos de cerebros obcecados y mentes autoritarias. También cada organización obrera tiene el deber de mantener un “Centro de Estudios Sociales” en su propio seno, de fomentarlo y prestarle toda ayuda moral y material posible y que funcione autónomamente en su rodaje interno. Informando en los principios de la propia organización para que así defienda los medios de lucha y la finalidad que persigue la organización a que pertenezca. “El Centro de Estudios” dará a conocer a cada asociado de: gremio y tratará de formar en cada compañero la conciencia de clase, de la explotación de que son víctimas de la clase capitalista sus camaradas del mundo entero. Es decir, difundirá la conciencia, por el intermedio de una vasta biblioteca de libros sociólogos de las distintas escuelas revolucionarias, dando conferencias periódicas y charlas sociales y ciclos de conferencias técnicas de los oficios que desempeña cada obrero, por medio de la cultura sindical proletaria, y así capacitarlos para que luchen en su organización y sepan que deben hacer y cual de la producción una vez que las fabricas y establecimientos industriales pasen a poder de los propios trabajadores. Este es el único medio de hacer organizaciones fuertes y grandes; de hombres activos y conscientes y férreamente unidos, como lo he hecho notar en el Boletín de información del gremio a que yo pertenezco.

Frente único

No podrá haberlo mientras existan organizaciones antagónicas como organizaciones revolucionarias y políticas a la vez, estilo “Federación Obrera de Chile”, mangoneada por el Partido Comunista de Chile. Ni podrá haberlo mientras no haya una sola finalidad para el futuro y una sola aspiración de libertad integral para la humanidad, es decir, la abolición de todo gobierno sobre el hombre por su semejante, ya sea rojo o blanco, proletario o burgués. Si no se hace esto así, entonces todo es solo una utopía bien o mal intencionada. Tendríamos entonces en vez de frente único el “Gran Borregato Único”, como ha dicho un periódico obrero sindicalista de España.

Solín SINLEG. Obrero en calzado.

¿QUE OPINA UD. DEL MOVIMIENTO OBRERO DE CHILE?

Que si seguimos el rumbo que llevan las dos organizaciones más fuertes, o sean sus dirigentes, vamos al fracaso total; esto no tiene cura. Mientras el enemigo común se une, se fortifica, nosotros nos destrozamos en luchas intestinas, en discusiones estériles, como en la fábula de los conejos, que se pusieron a discutir si los que los seguían eran galgos o podencos, y en esa discusión llegaron los perros y los pillaron. Esto es lo que pasa con anarquistas y comunistas; todos quieren tener la razón; unos porque son apolíticos, y otros porque son políticos, llevando este cisma a las organizaciones, que nada tienen que ver con unos ni con otros, pero son las que sufren las consecuencias de esta lucha fratricida que nos lleva a la muerte. Y ¿quién tiene la culpa? Tú, pueblo inconsciente, que te dejas guiar por unos pocos audaces que fringiéndose poseedores de la verdad, te engañan poniendo de punta a unos contra otros, a hermanos contra hermanos. Todos te hablan en nombre del sindicalismo, y esto es lo más curioso: en nombre del sindicalismo los de la I. W.W., o sean los anarquistas, y los de la Federación Obrera, o sean los comunistas, y ninguno de los dos grupos representan a la mayoría de sus afiliados, ni aún en sus programas. Pero unos y otros, a cual más revolucionarios, te hablan de hacer la revolución y la felicidad para todos, a tantos días plazo; unos y otros se llenan de lodo, para atraerse el lastre a sus filas; unos y otros dicen en sus estatutos que son sindicalistas, y que en sus respectivas organizaciones no se discuten ideologías; unos y otros, en nombre de la libertad, que dicen profesar, eliminen de sus filas a los que no piensan como ellos. Esto es, a mi juicio, lo que tiene divididos a los trabajadores, y por lo que la mayoría está retirada de la organización, pues no admite que unos pocos le impongan dogmas e ideas con que ella no comulga. Tanto anarquistas cono comunistas son los responsables de la desorganización. Ante esta situación, ¿qué se podría hacer? Aún se podría hacer algo: las sociedades autónomas podrían llamar a una convención a todas las sociedades de Santiago para una fecha próxima, las fiestas patrias, por ejemplo, y en esa asamblea tratar estos puntos: 1.o Frente único de los trabajadores. 2.o Suprimir las etiquetas de las dos organizaciones por una más amplia, en la que puedan estar todos los explotados, sin preguntarle cuándo ingresan, qué ideas profesan: basta que sean explotados. Estando de acuerdo con estas bases, a las cuales creo no habrá quién se oponga, entonces el comité provisorio podría comunicar a todos las organizaciones obreras del país, y llamar a otra convención que se podría realizar en Chillán, al margen de la que celebrará la F. O. De Chile. Esta invitación sería amplia, hasta las sociedades obreras mutualistas, y si con esto se consiguiera el frente unido, deseado por todos, ¿no habríamos hecho una gran revolución? Esto vendría a corroborar lo que todo el mundo sabe, y que nadie ha podido destruir, ni lo destruirá jamás: la unión hace la fuerza.

Antonio Rodríguez.

NOTA.— El que esto escribe no es apolítico, pero cree que es un error hablar de política o de ideales en los gremios. Yo en el gremio soy un sindicato; mis ideas políticas las expongo en el partido que milito, por consiguiente, el que sea anti-político que se vaya a su agrupación a hacer propaganda por sus Ideales, pero no en el sindicato.