RESPONDIENDO A LA ENCUESTA

El movimiento obrero en esta provincia se presenta en forma cadente. El proletario no se preocupa para nada de su preparación material ni menos de la intelectual: sólo está aclimatado a vivir con la resignación del buey, en compadrazgo con el cerdo, agitándose únicamente cuando se aproximan las ferias electorales. En su mutismo de bestia rumiante, obedece y propaga lo que algunos interesados le ordenan, creyendo desarrollar con esto el máximun de sus actividades sociales. En varias ocasiones que se han querido formar o se han formado grupos de trabajadores de diferentes industrias, se han distinguido sagazmente como grandes chocloneros, haciendo torcer las aspiraciones sanas de los trabajadores anhelosos de un estado social mejor que el actual. EN diferentes casos, los organismos de reciente formación, se han visto obligados a abandonar el campo de lucha, porque en lo mejor de sus entusiasmos, se han entrometido los pancistas de entidades político-mutuales, haciendo con esto más obra chauvinista que sindical revolucionaria, causas por las cuales se hace estéril la lucha por nuestras reivindicaciones proletarias. Hay más: los trabajadores se encuentran hastiados también para poder luchar, porque el espíritu revolucionario está contaminado con la trilogía burguesa de frailes malvados, uniformados inconscientes y políticos burgueses. Esta es la causa por la que el sentimiento de sociabilidad es mediocre y no encuentra cultivadores. Algunos centros de actividades, que se denominaron de resistencia, o sindicales, tras de haber adquirido algunas mejoras de diferentes condiciones, han marcado también su paso de retirada, dejando el campo a merced de los linces, para que la tempestad del capitalismo absorbente, que todo la consume y nada produce, extienda sus colmillos de lobo hambriento sobre el manso rebaño de los explotados que todo lo soportan y nada exijen. Siendo esta una de las causas que más han influido en el ejército de explotados, considero de interés, como uno de los factores principales de la lucha que nos queda que emprender: 1º dedicar una activa y desinteresada propaganda ideológica, tanto verbal como por escrito, en todos los focos de explotación humana, para así formar conciencias sanas en lo que disimulando sus miserias y estreches de cerebros, aparentan ser un coloso social entre sus más testarudos hermanos de infortunio: 2º en detrimento del corrompido régimen actual, es deber ineludible distribuir por las ciudades de más industrias, los elementos más capacitados en materias sociales y culturales y así propender con más certeza al cultivo moral, material e intelectual de las dinámicas fuerzas productoras; 3º tratar de consolidar efectivamente, sin necesidad de políticos canfiníderos, la verdadera ruta que debemos seguir los parias, los constructores de toda la felicidad absorbida por los acumuladores del tesoro, fruto único del esfuerzo de los oprimidos y desheredados: Y 4º a manera de coronación de nuestro programa, invitar a todas las colectividades del país, que en la actualidad permanecen organizadas por oficios y apolilladas por los histriones de catadura democrática y comunista dictadorial a que envíen a la Convención regional de los I. W. W. que se celebrara el 12 de Octubre en Santiago, sus respectivos delegados, con el propósito de cambiar ideas. Así se podrá hacer más coordinada y fructífera nuestra propaganda por la liberación de los desposeídos.

J. Santos GONZALEZ.

Concepción, 1923.