MOTIVO PRIMAVERAL

Poema de la Reina

Estás en todas partes como la luz del día que sus cabellos rubios sobre el mundo despeina. Por tí todos los hombres reclinan la bravía cabeza, sobre el pecho, cuando les miras, Reina.

Por tí los hombres dicen las palabras más suaves y más simples. Parece que no hay palabras malas... Por tí los pensamientos cantan como las aves porque sí, porque llevan la música en las alas.

Por tí las bestias cambian de aspecto. Se hacen santas ante tu vista, como la fiera adusta y brava se echo rendida y llena de amor ante las plantas desnudas de Francisco de Asís que la llamaba.

Por tí las cosas sueñan que una mano las toca con dulzura y despiertan convertidas en flor; por tí esperan, de nuevo, ver brotar de la roca milenaria de sílice el blanco surtidor.

Estás en todas partes y eres la luz serena que fortifica el labio pulposo de las frutas; en tu amor se sonrosa la manzana morena que arroja el viento contra la cara de las rutas.

En tu amor se acrecienta la vendimia y las trojes llenan de granos rubios el flaco seno exiguo. De estas cosechas nuestras tu más tarde recoges el grueso pan de avena y el dulce vino antiguo. En tu amor hincha el pecho sabroso la semilla y encorva el talle esbelto la caña en las laderas; en tu amor carga el hombro la gavilla amarilla y corre audaz el loco corcel sobre las eras.

Estás en todas partes como la luz del día y el amor de Jesús por el niño y el puerco. Por tí reclinan, Reina, la cabeza bravía sobre el pecho los hombres y el lobo arisco y terco.

Eres la luz del día que sonríe y desata la rubia trenza orlada de flores y amatista; hacia, tí levantamos en bandejas de plata nuestras cabezas foscas como la del Bautista,

Para que tú la toques, Reina de la belleza, y las hagas divinas con tus manos de cera, tú que mataste al fuerte dragón de la tristeza e hiciste en nuestras tierras brotar la Primavera.

JOAQUIN CIFUENTES SEPÚLVEDA.