Los personajes de la política, cuando no son merodeadores dignos de la cárcel, me parecen rebaño de hombres adocenados, ignorantes, que han tomado este oficio por se el más descansado y lucrativo; los unos, intrigantes de aldea que vienen a repetir en el Congreso los mismos “chanchullos” que han hecho en el Ayuntamiento o la Diputación; los otros, despechados de la literatura, las ciencias y las artes, que no habiendo conseguido en ellas notoriedad, la buscan en el campo más accesible de la política.

Armando PALACIOS VALDES.