Verónica

Risa que vino a mi vida por tu camino me vino. Si ha hallado calma mi sién, sobre tu regazo ha sido. Verónica, en tu pañuelo con lágrimas, mientras me dure la vida irá mi angustia y mi cara...

Tú me saliste al camino a arrebatarme los duelos; yo te los dí... y me quedé con este remordimiento. Verónica, cuando te enjugues los ojos, tu dolor de enamorada se encontrará con mi rostro.

Tú no estarás a mi lado cuando mis ojos se cierren, porque tu mano sabría robar mi pecho a la muerte. Verónica, cuando yo me esté muriendo mi cara triste se irá borrando de tu pañuelo...

DANIEL DE LA VEGA.