Notas internacionales

LA LIGA DE LAS NACIONES Y EL REPARTO DE CHINA

Los últimos sucesos de la Manchuria prueban que la Liga de las Naciones sólo puede desarrollar una acción efectiva en asuntos de poca monta. Acuerdos sanitarios, reformas legales de escasa importancia, convenio sobre problemas inofensivos: hasta allí llega su eficacia. A lo sumo ha logrado apaciguar la belicosidad de algunos pequeños países, cuyas disputas a nadie interesaba. Pero trátese de algún asunto de importancia para las grandes potencias y la Liga pierde su seriedad para entregarse a un juego celestinesco, que no tiene otro fin que el de servir los fuertes intereses ocultos. Su actitud frente a lo que ocurre en Manchuria es impúdica y vergonzosa. Quién sabe qué acuerdos secretos han autorizado al Japón para invadir la Manchuria. Lo que se puede asegurar es que las demás potencias habrán sabido obtener compensaciones. Es verdad que los imperios capitalistas luchan encarnizadamente entre ellos. Pero suelen también concertar acuerdos cuando se encuentran ante un peligro común o cuando se reparten un botín abundante. Es probable que en el caso presente, actúen ambos factores. Hay que dificultar la propaganda comunista en la China estableciendo un Estado intermedio, que sirva a la vez de aislador y de amenaza para Rusia. Se permite entonces que el Japón ocupe militarmente la Manchuria y establezca un Gobierno obediente. En cambio, puede ceder a las demás potencias ciertas compensaciones en la China del Sur. Así se monta otro baluarte contra el peligro comunista y se mejora en algo la situación de los negocios. La China da para todo.

LA DERROTA DEL LABORISMO INGLES

La victoria electoral de los conservadores ingleses ha sido un golpe maestro de política. Se aprovechó muy astutamente el viejo orgullo inglés– orgullo de conquistadores y negociantes– y se presentó al laborismo como incapaz de mantener la tradición de dominio del Imperio. Y en nombre de esta misma tradición nacional se les ha exigido a los pobres de Inglaterra, que disminuyan su standard de vida para salvar a los industriales y banqueros. La quiebra de la libra oro no significa otra cosa. La derrota del laborismo ha dado pretexto a los conservadores de todo el mundo para hablar del fracaso del socialismo, lo cual no deja de ser ridículo. El laborismo es una forma bastarda del socialismo. Su fracaso proviene de su tibieza y de su afán cobarde de reconciliar lo irreconciliable. Aunque un poco tarde, Mac Donald se ha convencido de esto mismo. Ha visto que es muy difícil servir a la vez al desocupado y al banquero. Y ha optado por servir francamente a este último.

SANCHEZ CERRO Y EL MATONISMO CRIOLLO

La reciente elección de Sánchez Cerro añade una nueva vergüenza a la vida sudamericana. El militar criollo– mezcla de matonismo y de venalidad– está magníficamente representado en Sánchez Cerro. Sólo de ver en los retratos su faz de antropoide exento de inteligencia, uno compadece a sus futuros gobernados.

S. U.