FLORILEGIO

Diez prestigiosos intelectuales de Chile opinan sobre Vasconcelos

Un alto funcionario de “La Moneda” ha tenido la gentileza de enviarnos los juicios “críticos” emitidos acerca de la figura de don José Vasconcelos por los más distinguidos intelectuales de nuestro país. Para el próximo número nos ha prometido reunir las opiniones de los intelectuales de la Federación Fisco Nacional de Estudiantes. Nosotros no podemos menos que agradecer la benevolencia de nuestro colaborador, ya que gracias a él podremos reunir el juicio de la “TOTALIDAD” de los intelectuales chilenos.

DE DOMINGO AMUNATEGUI

Rector “in partibus” de la Universidad de Chile.

¿Que qué opino de ese señor? Me basta con decirle que ni siquiera ha podido terminar su carrera de universitario. Figúrese que no ha obtenido más allá del titulo de “Licenciado”. No se ha atrevido siquiera a dar examen final. ¡Y pensar que este sujeto ha llegado a ocupar la Rectoría de la Universidad Nacional de México! Parece mentira!

DE ROBINSON PAREDES

Ministro de Instrucción Pública.

Pues, mire, le diré la verdad. A los hombres de gobierno, a. los que realmente nos preocupamos de la trascendente reforma educacional de Chile, a los que, desde chiquitos, hemos luchado por el advenimiento de una democracia pura e integral, ese Vasconcelos nos defraudó. No nos dijo novedad alguna, pues se limitó a repetir las ideas que ya estamos cansados de oír en boca de los subversivos.

DE CARLOS FERNANDEZ PEÑA

Secretario de la Liga Chilena de Higiene social.

¡No me diga nada, amigo mío! Es para desesperarse. Harto trabajo tenemos ya en la lucha contra el alcoholismo y las enfermedades de cierta trascendencia y en conseguir el indulto de reos, que, por ser millonarios, tienen forzosamente que ser inocentes. Y ahora viene este fregado a fomentar el anti-patriotismo entre los estudiantes! En fin. Debemos dar gracias al cielo porque lo de Vasconcelos es pura palabrería. Los hombres pesan por sus actos, no por sus discursos. Y ese Vasconcelos no ha hecho absolutamente nada. En cambio, nosotros, abnegada y silenciosamente estamos actuando, estamos meditando las ideas fundamentales de la Reforma Educacional. Y no está lejano el día en que, gracias a ella, Chile llegue a ser la más grande de las repúblicas del suroeste de Sud América.

DE OCTAVIO MAIRA

Secretario General de la Universidad.

Mi opinión sobre el señor Vasconcelos es bien sencilla. Es un ignorante. Y lo es porque ignora los últimos adelantos en materia educacional y porque no tiene nociones de la psico-fisiopatología en pedagogía . Así mismo le falta mucha base intelectual para que pueda ser un buen Ministro de Instrucción Pública. Precisa haber sido Ministro alguna vez en la vida para darse cuenta de la capacidad extraordinaria que hay que desarrollar en ese puesto. Y, a decir verdad, al Ministro mexicano no le encuentro dedos para pianista.

DE ARTURO ALESSANDRI

Presidente constitucional de Chile,

(prosiguiendo el dictado)

...la grandeza de los pueblos y la prosperidad de las naciones. Punto aparte. Sin duda alguna, las reservas del Protocolo no tienen ya... (se oyen dos golpes discretos en la puerta)... ¿Quién diablos está ahí? –Soy yo, Presidente. –Ah! Es Fernández Peña. ¡Qué pase!... No me diga nada . No quiero oír nada de la Liga Chilena ni de ninguna otra patilla, después de la plancha que me hicieron pasar en la Universidad con Vasconcelos. A mi no me importa un pito que Vasconcelos piense como quiera. Pero no acepto que emita sus opiniones ante el Presidente de la República cuando están presentes esos estudiantes que me tienen aburridos. ¡Podrían haberme advertido antes! En fin. Esta visto que todo lo tengo que hacer yo personalmente. No me ayudan para nada. Y, por otra parte, esos viejos del Senado... ...¡Mejor no hablemos!... … A ver! Lea lo último que le dicté... (Fernández Peña váse por el foro).

DE JOSE DUCCI

Secretario de la Facultad de Medicina.

¿En qué año me dice? ¿1882? Tarde han aparecido los síntomas. Pero no hay duda . Se trata de una demencia precoz.

DE JUAN N. ESPEJO

Rector del Instituto Nacional

No me cabe duda alguna de que este hombre es antimilitarista, porque ha hablado mal del ejército. Pero, no nos echemos tierra a los ojos. El juicio de Vasconcelos no tiene gran importancia, porque él no hace sino ampliar el criterio que se ha formado del militarismo mexicano. Si bien es cierto que el ejército de su patria es escuela del crimen, instrumento del despotismo y máquina deformadora de la individualidad humana, no es menos cierto que el ejército chileno es el depositario de las glorias nacionales, el defensor celoso de la integridad territorial, la escuela del orden y del civismo. La homogeneidad, el vigor de la raza, así como las características fundamentales del espíritu chileno se las debemos, no cabe duda en ello, a nuestro prestigioso ejército. Estoy seguro que si el señor Vasconcelos hubiese visto la Parada Militar del 19 de Septiembre no habría dicho lo que dijo.

DE LUIS BARROS BORGOÑO

Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Su actitud me ha producido pésima impresión . El contraste entre mi discurso sobrio, sereno y majestuoso y su palabrería, hueca y subversiva, fue tan manifiesto que hubo numerosas damas que lo notaron. Y –no es porque yo lo diga– en Buenos Aires pasó completamente desapercibido en los altos círculos intelectuales del Gobierno. En cambio, a la Embajada que yo presidía se la colmó de atenciones, lo que, entre paréntesis, demuestra el gran afecto que se tiene por Chile en la Argentina. Mientras las noticias de los festejos de nuestra Embajada ocupaban par lo menos tres columnas de los diarios de Buenos Aires, las referencias sobre Vasconcelos no pasaban de quince renglones a una columna. Para muestra basta un botón!

DE GREGORIO AMUNATEGUI

Decano de la Facultad de Medicina.

Como persona culta que soy, no pude hacer otra cosa que felicitar y abrazar efusivamente al señor Vasconcelos cuando hubo terminado su discurso. Pero ¡qué quieren, coleguitas!, mi cortesía no me iba a impedir que, volviéndome hacia el otro lado, le dijera a Chumingo que el tal Vasconcelos me parecía un infeliz. Porque, –hay que decir la verdad,– es necesario ser azteca o venir de las chacras para decir, de golpe y porrazo y en público, lo que uno piensa realmente sobre cualquier cosa.

DE SAMUEL LILLO

Pro-rector de la Universidad.

El valor intelectual de un hombre se mide a través de sus obras intelectuales. Y el señor Vasconcelos no ha escrito, que yo sepa, ni un humilde poema acerca de la majestad del cóndor de los Andes, como lo ha hecho este humilde servidor. Lo que más me molestó en Vasconcelos fue el hecho de que habiendo yo confeccionado una hermosa poesía –como las que acostumbro fabricar cuando llega un personaje ilustre a Santiago– dedicada al que yo creí tan ilustre huésped, no pude leerla porque el señor Vasconcelos salió con su Domingo siete. Pero no importa! Es cuestión de guardar el poema hasta que llegue un nuevo personaje cuyo apellido tenga cuatro sílabas y lleve acento en la tercera. Vas-con-cé-los. Vas-con-cé-los.

Raúl Díez de Toledo.